Concluyen las intervenciones artísticas en el túnel de Cicujano, en la vía verde del Vasco-Navarro

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Es la primera fase del proyecto ‘Bidearen Aztarnak’ con el que la Diputación Foral de Álava quiere poner en valor la Vía Verde del Vasco-Navarro

Se han desarrollado 45 intervenciones pictóricas que hacen referencia a la historia del tren Vasco Navarro y su entorno

En el proyecto, financiado por el departamento foral de Medio Ambiente, se han utilizado pinturas al silicato, creadas a partir de minerales naturale

MAEZTU. La artista Irantzu Lekue  ha concluido su intervención artística en el túnel de Leorza – Cicujano. Forma parte del proyecto ‘Bidearen Aztarnak. Huellas del camino’, con el que la Diputación Foral de Álava quiere poner en valor la vía verde del Vasco-Navarro, recuperando la memoria del ‘trenico’ y la de los pueblos alaveses que recorre.

Es el resultado de los trabajos que Lekue ha llevado a cabo durante el último mes y que han contado con la participación de vecinas y vecinos de la cuadrilla de Montaña Alavesa ya pueden visitarse. «Han participado vecinas de Apillaniz, Maeztu, Elortza, Atauri e incluso de Santa Cruz de Campezo», explica la artista. Un trabajo realizado en comunidad en el que han participado personas de todas las edades «aprovechando que trabajamos también durante la Semana Santa y el puente de San Prudencio, cuando las escuelas e ikastolas permanecían cerradas».

En total se han desarrollado 45 intervenciones pictóricas sobre placas de hormigón que habían sido instaladas en la obra llevada a cabo por la Dipùtación Foral de Araba para reforzar el túnel y mejorar su estado. Los motivos pictóricos que se han incluido hacen referencia a hitos y cuestiones relacionadas con el tren Vasco Navarro y su construcción. «Hemos incorporado las historias que han pervivido de generación en generación y hay que destacar el gran trabajo y las aportaciones de expertos como Javier Suso o Javier López de Luzuriaga que han realizado mejoras, propuesto adecuaciones y mejorado el proyecto», explica.

Así, los visitantes que se acerquen en bicicleta o andando vivirán, desde hoy, una experiencia diferente, explica Lekue. «Se trata de una nueva carta de presentación en la que explicamos qué supuso la entrada del tren en la zona. Abordamos los accidentes; explicamos qué animales pueden encontrar; los jabalies, las truchas  o las palomas torcaces y reparamos en los  personajes de la zona como, por ejemplo, el médico anarquista de Maeztu Isaac Puente». Estas intervenciones se han realizado con pinturas al silicato, creadas a partir de minerales naturales que, según explica la artista «es la que más respeta el medio ambiente ya que reacciona al hacer contacto con el hormigón».

Una intervención que enriquece la experiencia de las personas que cada fin de semana y, sobre todo, en verano, acuden a disfrutar de la Via Verde del Vasco Navarro, a pie o en bicicleta, una cifra que supera los 220.000 visitantes al año. «Han sido muchos quienes han pasado, estos días, por aquí. Una pareja ciclista que venía desde Holanda, por ejemplo, me felicitó y estuvo largo rato sacando fotos. También estuvimos hablando con tres franceses que cargaban alforjas y que estaban gratamente sorprendidos», explica. Experiencias parecidas se han desarrollado en otras vías verdes como la del Urola o en otras mundialmente conocidas como la del Danubio. La de Araba en cambio se ha desarrollado en un largo túnel que alcanza los 330 metros.

El proyecto es iniciativa del Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Álava, que apostó por adecuar estéticamente el túnel tras los trabajos de reforma y estabilización de esta infraestructura. Se trata de una obra de la artista Irantzu Lekue y la arquitecta Izaskun Urkijo, quienes han contado con la colaboración de expertos como Javier Suso o Javier Lopez de Luzuriaga.

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