A través del programa KSI-Berritzaile, promovido por el Gobierno Vasco, Irantzu Lekue fue seleccionada en 2019 para la realización de un proyecto que aunara arte y tecnología, junto a Tecnalia Research&Innovation. De esta forma, la artista realizó un gran mural en el pueblo de Arraia-Maeztu que más tarde fue intervenido por el equipo de Tecnalia.
En el pintado del mural participaron personas de todas las edades, que aportaron su granito de arena en este gran proyecto de innovación, pionero en Euskadi.
La temática del mural está orientada al Tren Vasco-Navarro, conocido como “el Trenico”, que pasaba por las inmediaciones del lugar. El lugar que acogiera el mural debía tener cierto simbolismo con el tema que se fuera a tratar, por ello se eligió una pared de pieda ubicada no muy lejos de la antigua estación de tren. En ella se dibujaron farolillos, maletas, silbatos, relojes o billetes de tren. Pero, sin duda, las protagonistas del mural son las personas que dieron vida a la estación: niños y niñas jugando a chapas; personas esperando al tren, hablando y resguardándose del frío, etcétera. El Tren Vasco-Navarro fue pionero en la incorporación de la mujer a sus líneas de trabajo; por ello, fue importante retratar a la que fue jefa de estación de Laminoria.
El mural funciona como una ventana al mundo virtual que Tecnalia ha creado a su alrededor. A través de una app móvil, enfocando a un punto señalado en el mural, nos sumergimos en una realidad virtual que nos permite ver una reproducción del Trenico, de las antiguas vías del tren y otros tantos objetos reproducidos digitalmente. Además, el equipo de Tecnalia ha podido introducir sonidos como el traqueteo del tren o los testimonios de algunas mujeres del pueblo.
La puesta en marcha del Tren Vasco-Navarro supuso un gran crecimiento económico, social y cultural para el pueblo de Arraia-Maeztu y la llanada alavesa. Casi un siglo después de su inauguración, el Trenico vuelve a ser objeto de atención para convertirse en el protagonista del que se espera que sea el primero de muchos murales de realidad aumentada que aúnen arte y tecnología, y que rompan las barreras invisibles que existían entre estas disciplinas.
Este mural se ha realizado gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Arraia-Maeztu, el programa KSI Berritzaile, Fundación Vital Fundazioa, Tecnalia, los vecinos y vecinas de Arraia-Maeztu, y la artista Irantzu Lekue.
